Maestría en Mercadotecnia y Publicidad, Universidad Iberoamericana

PDV cursó durante el 2020-2023 una maestría en mercadotecnia y publicidad en La Ibero. Durante toda la maestría fue ciberacosada.

Sí, en el Ministerio Público se abrió carpeta de investigación, pero las pruebas que aportó no fueron suficientes.
Solicitó ayuda a la policía cibernética, pero en vez de ayudarla a quitar el malware de sus dispositivos, la mandaron a terapia psicológica.

En Junio-Julio del 2020 alguien hackeó su computadora y comenzó a mover cosas de lugar. En dicho semestre estaban trabajando con una empresa de ciberseguridad, de la cual sospecha.
En ese momento no salía de casa por la pandemia y todo el tiempo estuvo conectada a la red wifi de su casa. Aun así llegó una cuenta muy alta de celular.
Tuvo una crisis nerviosa que la llevó al hospital y comenzó una terapia psiquiátrica derivada de estas cosas extrañas que estaban pasando online.
La o las personas con acceso remoto a su computadora todo ese tiempo podían ver lo que hacía y la molestaban. Cambiaban los renglones, los acentos, cosas menores pero que eran perturbadoras porque ella pensaba que era ella misma quien se estaba equivocando. Tuvieron acceso a su diario y a fotos y videos íntimos.
Durante las clases en la Universidad Iberoamericana, «casualmente» se comentaban marcas con las que había interactuado de manera privada en chats de WhatsApp, inbox de Facebook o sus llamadas telefónicas. También comenzaron a mencionar cosas que ella había escrito en su diario, que guardaba en la nube y creía que era privado.

Durante una dinámica escolar en la que estaban varias personas conectadas, tuvo la impresión de que su profesor, FSP podía ver su pantalla. Esto derivado de un comentario que hizo “Fulanita, ya te están pasando las respuestas”, en el momento justo en que por WhatsApp le pasó una respuesta a dicha compañera.
En Mayo del 2021 alcanzó a grabar pantalla cuando dicha persona con acceso a su computadora cambiaba las canciones de una playlist que estaba oyendo en Spotify, hasta llegar a una llamada «Putita».
Llevó su computadora a Apple a que la restablecieran a sus valores de fábrica.

Comenzó a recibir solicitudes de cotización en su empresa, a modo de broma, relacionadas estrechamente con temas de conversaciones que había mantenido por teléfono.
Fue a Telcel a que restablecieran la línea. También vio que había un desvío de llamadas activo. También lo restableció a sus valores de fábrica de Apple.
Durante el resto de tiempo que cursó la maestría, durante las clases hacían comentarios «casuales» que aludían a sus llamadas telefónicas, como las empresas para las que aplicaba como candidata o las solicitudes falsas de cotización a su empresa.

Puso una queja en la Defensoría de Derechos Universitarios de La Ibero, la coordinadora del programa AMR, mintió aludiendo a que la alumna llevaba calificaciones reprobatorias (lo cual se comprobó como falso). Desestimaron su solicitud por «estar fuera de tiempo» ya que aunque el acoso continuaba, comenzó mucho antes de que se levantara esta queja.

La coordinación de la maestría en Mercadotecnia y Publicidad de La Ibero.
Una exagencia de marketing político donde trabajó y sabe que han hecho cosas de ese estilo.